La reciente reforma a la Constitución de la CDMX, alineada con el artículo 27 de la Constitución federal, ha generado incertidumbre en el sector inmobiliario. Aunque no se vislumbran riesgos inmediatos de expropiación, la supresión de la palabra “privada” en la legislación local crea desconfianza. Se advierte que esto podría reducir la inversión y fomentar la informalidad, afectando el dinamismo del mercado. Las modificaciones legales, sin un equilibrio adecuado, podrían impactar negativamente a propietarios, desarrolladores e inquilinos.
Créditos a El Economista.